El Hombre De La Bolsa (No, El De Wall Street, No)
Llamado así en Argentina y Uruguay, también se lo conoce como Hombre del Saco (España y México), Viejo del Costal (México) y Sacoman (en spanglish, zonas fronterizas de México).
Personaje de unos 50 años, de estatura normal y con ropas gastadas de color oscuro, encorvado y con una bolsa de arpillera a la espalda. Se lo utiliza para infundir miedo en los niños (con los mismos fines que el cuco).
Su origen se fundamentaba en la mala traza de algunos mendigos, pordioseros o trabajadores "golondrina" que por lo general, migrando hacia donde hay trabajo, llevan todas sus pertenencias en una bolsa, o personas sin hogar (homeless en USA).
Por lo general, tanto en Norteamérica como en Sudamérica estos vagabundos o "Linyeras" (sean pordioseros o trabajadores migratorios) viajan en los trenes de carga en forma clandestina. En Estados Unidos esto está prohibido, por lo que se les reprime y persigue, en cambio en la República Argentina pueden viajar de esa manera, merced a una Ley cuyo proyecto fue presentado por el diputado Crotto, causa por la cual también se los llama CROTOS.
La palabra Linyera no deriva, como muchos creen, del galicismo Lingerie (ropa interior) sino del dialecto piamontés lingér que significa hombre pobre.
Un personaje estrechamente emparentado con éste es el CUCO, o COCO cuya función es asustar a los chicos en relación a una conducta determinada. Son seres oscuros e imperceptibles que actúan únicamente en la más profunda espesura de la noche. Sus víctimas predilectas son los niños y las mujeres, a quienes agarra con fuerza de la ropa.
Es utilizado por las madres como amenaza si no se duermen, se niegan a comer, desobedecen las órdenes de los mayores, exploran lugares marcados como prohibidos, se entregan a vicios solitarios o andan fuera de casa a deshora (especialmente después de medianoche). Las acciones más temidas por parte del Cuco son dos: devorar al niño travieso (te comerá ...) o llevárselo a un lugar muy lejano, del que no se da retorno (te llevará).
Tiene un papel muy importante en las canciones de cuna (nanas). La más antigua que se conozca se remonta al siglo XVII, y se encuentra en una obra dramática, el Auto de los desposorios de la Virgen de Juan Caxés. Dice así:
Ea, niña de mis ojos, duerma y sosiegue, que a la fe venga el coco si no se duerme
(cit. en Masera 1994: 205).
La versión más conocida es:
Duérmete niño, duérmete ya, que viene el cuco y te comerá. (también "te llevará")
Como escribe Chema Gutiérrez, parece ser que fue el mejor referente para padres sin imaginación a la hora de echar mano de figuras para asustar a los niños, ya que no debía ser muy difícil encontrar algún hombre con un saco al hombro e inventarse fabulosas historias sobre lo que metía dentro.
En la actualidad, y gracias a la difusión que tuvo en los medios la creencia de que todos los ingenieros trabajan de taxista, no falta el mito de que el vagabundo que anda por la calle con la barba crecida, la ropa sucia y el cartón de vino, fue con anterioridad un exitoso profesional que enloqueció agobiado por la hiperinflación.
Otra figura utilizada con fines similares al hombre de la bolsa y el cuco es el Miquilo, duende pequeño que aparece por las siestas, en el verano, para asustar a los niños que andan por las fincas o en el campo. Generalmente se lo describe llevando poncho y un gran sombrero negro, con una mano de fierro y la otra de lana.
Numerosos testimonios de La Rioja refieren que se aparece a los hombres y les pregunta con cual mano quieren que les pegue. Si se elige la de lana, como generalmente sucede, se siente un golpe fuerte, y suave cuando se elige la de hierro.
Personaje de unos 50 años, de estatura normal y con ropas gastadas de color oscuro, encorvado y con una bolsa de arpillera a la espalda. Se lo utiliza para infundir miedo en los niños (con los mismos fines que el cuco).
Su origen se fundamentaba en la mala traza de algunos mendigos, pordioseros o trabajadores "golondrina" que por lo general, migrando hacia donde hay trabajo, llevan todas sus pertenencias en una bolsa, o personas sin hogar (homeless en USA).
Por lo general, tanto en Norteamérica como en Sudamérica estos vagabundos o "Linyeras" (sean pordioseros o trabajadores migratorios) viajan en los trenes de carga en forma clandestina. En Estados Unidos esto está prohibido, por lo que se les reprime y persigue, en cambio en la República Argentina pueden viajar de esa manera, merced a una Ley cuyo proyecto fue presentado por el diputado Crotto, causa por la cual también se los llama CROTOS.
La palabra Linyera no deriva, como muchos creen, del galicismo Lingerie (ropa interior) sino del dialecto piamontés lingér que significa hombre pobre.
Un personaje estrechamente emparentado con éste es el CUCO, o COCO cuya función es asustar a los chicos en relación a una conducta determinada. Son seres oscuros e imperceptibles que actúan únicamente en la más profunda espesura de la noche. Sus víctimas predilectas son los niños y las mujeres, a quienes agarra con fuerza de la ropa.
Es utilizado por las madres como amenaza si no se duermen, se niegan a comer, desobedecen las órdenes de los mayores, exploran lugares marcados como prohibidos, se entregan a vicios solitarios o andan fuera de casa a deshora (especialmente después de medianoche). Las acciones más temidas por parte del Cuco son dos: devorar al niño travieso (te comerá ...) o llevárselo a un lugar muy lejano, del que no se da retorno (te llevará).
Tiene un papel muy importante en las canciones de cuna (nanas). La más antigua que se conozca se remonta al siglo XVII, y se encuentra en una obra dramática, el Auto de los desposorios de la Virgen de Juan Caxés. Dice así:
Ea, niña de mis ojos, duerma y sosiegue, que a la fe venga el coco si no se duerme
(cit. en Masera 1994: 205).
La versión más conocida es:
Duérmete niño, duérmete ya, que viene el cuco y te comerá. (también "te llevará")
Como escribe Chema Gutiérrez, parece ser que fue el mejor referente para padres sin imaginación a la hora de echar mano de figuras para asustar a los niños, ya que no debía ser muy difícil encontrar algún hombre con un saco al hombro e inventarse fabulosas historias sobre lo que metía dentro.
En la actualidad, y gracias a la difusión que tuvo en los medios la creencia de que todos los ingenieros trabajan de taxista, no falta el mito de que el vagabundo que anda por la calle con la barba crecida, la ropa sucia y el cartón de vino, fue con anterioridad un exitoso profesional que enloqueció agobiado por la hiperinflación.
Otra figura utilizada con fines similares al hombre de la bolsa y el cuco es el Miquilo, duende pequeño que aparece por las siestas, en el verano, para asustar a los niños que andan por las fincas o en el campo. Generalmente se lo describe llevando poncho y un gran sombrero negro, con una mano de fierro y la otra de lana.
Numerosos testimonios de La Rioja refieren que se aparece a los hombres y les pregunta con cual mano quieren que les pegue. Si se elige la de lana, como generalmente sucede, se siente un golpe fuerte, y suave cuando se elige la de hierro.
Con la colaboración del Dr. Joaquín A. Barrio,
del Centrode Informaciones Documentarias de la Fundación Médica deBahía Blanca.
Fuente: Diccionario de Mitos y Leyendas -
Equipo NAyA http://www.cuco.com.ar/
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