El Golem
El Golem, quizás la más conocida de las “leyendas” judías, es un autómata, típicamente humanoide y típicamente masculino, creado como resultado de una intensa, sistemática y mística meditación.
La palabra golem significa (o implica) algo informe e imperfecto, o un cuerpo sin un alma. La palabra aparece una sola vez en la Biblia, en Salmos 139:15-16.
Los relatos más conocidos del golem involucran al Rabi Yehuda Loew, el Maharal de Praga, quien habría creado ese mítico ser para proteger a los judíos de las persecuciones y matanzas instigadas por el cura Tadeo.
Las historias de las creaciones artificiales hechas por sabios judíos aparecen muy temprano, durante la era talmúdica (antes del 500 e.c.).
En las discusiones teológicas, Adam es descripto como un golem durante el tiempo de su formación, pero antes de que Dios le insufle Aliento de vida o Nishmat Jaím y (más importante) alma, en él.
El golem ha sido un tema popular en la literatura, apareciendo en muchas leyendas, novelas, libros para niños y obras de teatro. Ha inspirado juegos, películas y series.
Las historias con respecto al Rabi Loew de Praga (nacido en 1513) no fueron populares hasta el siglo XVIII. En 1909 se publicó lo que se suponía era un manuscrito de 300 años de antigüedad acerca de Loew, pero su fuente nunca fue confirmada.
Los relatos de Loew están más relacionados con los de Elías de Chelm. En esas historias más viejas, con el poder del Nombre de Dios, el golem continúa creciendo cada vez más, hasta que Elías teme que será mas grande que la casa y se volverá peligroso. Es un llamado de atención, la criatura se vuelve tan grande e indominable que Elías si a duras penas puede acercarse para remover el Nombre.
Elías de Chelm fue un hombre de carne y hueso, un contemporáneo de Loew y la historia del golem pasó de de generación en generación en su familia. Parecería ser que la historia de Elías de Chelm fue “transferida” a Loew, pero esto no está completamente claro.
Durante la Segunda Guera Mundial, el golem reaparece. Hay registros de que un sobreviviente del Holocausto de Praga le contó a un soldado:
"El golem no había desaparecido y aún en época de guerra salía de su guarida para cuidar la sinagoga. Cuando los nazis ocuparon Praga, decidieron destruir el Altneuschul (sinagoga y escuela).
Vinieron a hacerlo y de repente, en el silencio de la sinagoga, los pasos de un gigante caminando en el techo comenzaron a escucharse. Vieron la sombra de una mano gigante cayendo desde la ventana al piso … los nazis estaban aterrados dejaron todas sus cosas y huyeron lejos.
"Yo sé que hay una explicación racional para todo, la sinagoga es antigua y cada ruidito genera un eco que reverbera muchas veces, como por ejemplo los pasos. También los vidrios son viejos y los marcos están deformados y proyectan sombras distorsionadas, formando formas raras sobre el piso. La pata de un gorrión forma la mano de un gigante en el piso … y aún así … hay algo.”
La palabra golem significa (o implica) algo informe e imperfecto, o un cuerpo sin un alma. La palabra aparece una sola vez en la Biblia, en Salmos 139:15-16.
Los relatos más conocidos del golem involucran al Rabi Yehuda Loew, el Maharal de Praga, quien habría creado ese mítico ser para proteger a los judíos de las persecuciones y matanzas instigadas por el cura Tadeo.
Las historias de las creaciones artificiales hechas por sabios judíos aparecen muy temprano, durante la era talmúdica (antes del 500 e.c.).
En las discusiones teológicas, Adam es descripto como un golem durante el tiempo de su formación, pero antes de que Dios le insufle Aliento de vida o Nishmat Jaím y (más importante) alma, en él.
El golem ha sido un tema popular en la literatura, apareciendo en muchas leyendas, novelas, libros para niños y obras de teatro. Ha inspirado juegos, películas y series.
Las historias con respecto al Rabi Loew de Praga (nacido en 1513) no fueron populares hasta el siglo XVIII. En 1909 se publicó lo que se suponía era un manuscrito de 300 años de antigüedad acerca de Loew, pero su fuente nunca fue confirmada.
Los relatos de Loew están más relacionados con los de Elías de Chelm. En esas historias más viejas, con el poder del Nombre de Dios, el golem continúa creciendo cada vez más, hasta que Elías teme que será mas grande que la casa y se volverá peligroso. Es un llamado de atención, la criatura se vuelve tan grande e indominable que Elías si a duras penas puede acercarse para remover el Nombre.
Elías de Chelm fue un hombre de carne y hueso, un contemporáneo de Loew y la historia del golem pasó de de generación en generación en su familia. Parecería ser que la historia de Elías de Chelm fue “transferida” a Loew, pero esto no está completamente claro.
Durante la Segunda Guera Mundial, el golem reaparece. Hay registros de que un sobreviviente del Holocausto de Praga le contó a un soldado:
"El golem no había desaparecido y aún en época de guerra salía de su guarida para cuidar la sinagoga. Cuando los nazis ocuparon Praga, decidieron destruir el Altneuschul (sinagoga y escuela).
Vinieron a hacerlo y de repente, en el silencio de la sinagoga, los pasos de un gigante caminando en el techo comenzaron a escucharse. Vieron la sombra de una mano gigante cayendo desde la ventana al piso … los nazis estaban aterrados dejaron todas sus cosas y huyeron lejos.
"Yo sé que hay una explicación racional para todo, la sinagoga es antigua y cada ruidito genera un eco que reverbera muchas veces, como por ejemplo los pasos. También los vidrios son viejos y los marcos están deformados y proyectan sombras distorsionadas, formando formas raras sobre el piso. La pata de un gorrión forma la mano de un gigante en el piso … y aún así … hay algo.”
(Archivos de Folklore Judío, Haifa, No. 11383, 1945.)
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