El Mate
El origen de la yerba mate se pierde en el tiempo y la tradición americana registra la misma leyenda en el norte de Argentina y en los estados sureños del Brasil.
Hoy, la industria yerbatera es una industria importante que abastece al consumo interno y exporta a lejanos países, incluso a Medio Oriente.
Cuentan que cierta vez, mucho antes de la llegada de los españoles, un viejecito y su nieta, cansados del deambular de su tribu nómade, se quedaron en las serranías cerca de las Cataratas del Iguazú.
Una tarde llego hasta la choza un extraño viajero de tez pálida. El viajero, que no era otro que Tupá, quiso recompensar la bondadosa atención que el viejo le brindó e hizo crecer una planta cuyas hojas serian calmante de la sed, compañía para las horas de soledad y generoso tributo para las visitas.
Tupá les enseño a preparar la yerba para tomarla y los hizo guardianes de la planta y desde entonces se convirtieron en los dioses protectores del yerbatal, Caá Yará (el viejo) y Caá Yarí (la nieta).
Los indios sorbían la bebida de la calabacita que servía de recipiente (que los guaraníes llaman caiguá) por medio de la tacuapí, pequeña cañita usada a modo de bombilla, o bien mascaban sus hojas durante sus largas caminatas.
Según el historiador Ruíz Díaz de Guzmán, fue Hernando de Arias y Saavedra (Hernandarias), en 1592, quien descubrió la yerba mate en las guayacas (especie de monederos), de unos indios que cayeron en su poder. Muy pronto se difundió esa bebida, de la que los españoles exageraban sus beneficios.
Los jesuitas la preparaban en forma de té (mate cocido), porque desconfiaban del mate con bombilla, atribuyéndole connotaciones diabólicas, por lo cual se le aplicaron toda clase de prohibiciones.
Hasta se lo denunció a la Inquisición de Lima en 1610 como "sugestión clara del demonio". Pero los jesuitas fueron los primeros en dedicarse al cultivo de la yerba mate de nombre científico Ilex Paraguariensis o Ilex Theazans.
El nombre mate deriva de la palabra quechua mati, palabra que se utilizaba para llamar a la calabaza recipiente, que era mas fácil de pronunciar para los españoles que la guaraní caiguá, que cumplía la misma función.
Todo esto ocurría en los territorios comprendidos actualmente por parte de Paraguay y en las provincias argentinas de Corrientes y Misiones. Esta era la zona por excelencia de la Yerba Mate.
Los españoles comenzaron a beber este brebaje en un recipiente de labios gruesos denominado "Bernegal" del cual bebían utilizando un apartador en forma de cuchara con orificios, con el cual separaban el agua de las hojas.
Bautizando el "caa" de los guaraníes como simplemente Hierba del Paraguay o Yerba, dado que, como la conocieron antes de saber de dónde se obtenía, no sabían que su origen era de un árbol. Fue aceptada como bebida estimulante, al igual que el té, cuando los personajes más importantes de la ciudad de Asunción la incorporaron a la dieta.
Como la yerba había que cosecharla en la Provincia de Misiones o en el interior de Paraguay, en el "Infierno Verde", los jesuitas decidieron comenzar a colocar plantaciones en lugares más accesibles.
Actualmente el mate se consume en gran parte de Sud América: Suroeste de Brasil, Uruguay, Argentina, Paraguay, parte de Chile y parte de Bolivia. Siendo el mayor productor y consumidor mundial Argentina. Aunque en consumo per capita en Uruguay es mayor al argentino.
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