El Hombre Velludo del Amazonas
Cuando en 1920 el geólogo suizo Francois de Loys y su expedición regresaron de las selvas de Colombia y Venezuela, dijeron que habían matado a uno de los miembros de una pareja de enfurecidos seres similares a los monos, que los atacaron.
Los hombres sentaron el cuerpo de la criatura en un tambor y lo fotografiaron, luego de colocarle un bastón debajo del mentón para mantenerlo erguido.
El extraño animal, según informaron, tenía una estatura algo mayor que un metro y medio, y una expresión extrañamente humana.
Los escépticos impugnaron primero el peso estimado por Loys para el animal.
Los estudios efectuados durante una década no bastaron para identificar al extraño ser velludo.
No obstante, en 1931, un equipo de antropólogos italianos trabajó en el Amazonas, cerca de la ex Guayana Británica y, aunque no se topó con un ser idéntico a la descripción de Loys, su testimonio coincide notablemente con uno visto por ellos.
Los hombres sentaron el cuerpo de la criatura en un tambor y lo fotografiaron, luego de colocarle un bastón debajo del mentón para mantenerlo erguido.
El extraño animal, según informaron, tenía una estatura algo mayor que un metro y medio, y una expresión extrañamente humana.
Los escépticos impugnaron primero el peso estimado por Loys para el animal.
Los estudios efectuados durante una década no bastaron para identificar al extraño ser velludo.
No obstante, en 1931, un equipo de antropólogos italianos trabajó en el Amazonas, cerca de la ex Guayana Británica y, aunque no se topó con un ser idéntico a la descripción de Loys, su testimonio coincide notablemente con uno visto por ellos.