¿Mitos o Realidades?

Cosas "raras" que andan dando vuelta por el Mundo. Algunos creen, otros no ... Vos, ¿en que lado estás? mitosyrealidades@gmail.com

Cool Slideshows

viernes, marzo 20, 2009

De tal palo, cría cuervos: Bruce y Brandon Lee

Crow
¿Sabían que los cuervos se consideran mensajeros de la muerte?

Bruce Lee, el hombre que llevó las artes marciales a Hollywood, y su hijo Brandon Lee murieron jóvenes y antes de terminar sus trabajos consagratorios. El de Brandon era, justamente, El Cuervo.

Sobre la muerte del mítico Bruce, en 1973, hay muchísimas hipótesis. Se dice que sufría dolores de cabeza durante la filmación de Operación Dragón, hoy película de culto. Una noche tomó una aspirina, se acostó y nunca más despertó. Tenía 32 años.

La historia oficial habla de un edema cerebral provocado por una reacción alérgica que habría expandido aneurismas previos. Los rumores apuntan a la mafia china, a la que el actor nunca dio un centavo.

Brandon Lee estudió artes marciales y siguió los pasos de su padre. En 1993, a los 28, comenzó a filmar El cuervo, en el rol protagónico del vengador que volvía de la muerte.

Ya el primer día de rodaje hubo una mala señal: uno de los técnicos sufrió fuertes quemaduras con un cable. Los rumores son varios: que un camión se incendió, que un carpintero se enterró un destornillador en la mano, que vientos huracanados rompieron la escenografía y que un publicista sufrió un accidente de auto.

Lo cierto es que una semana antes del fin del rodaje, Brandon Lee entró por sorpresa en el set donde debía filmarse la escena en la que baleaban a su personaje. Un técnico estaba preparando el arma.

Algunos dicen que puso balas reales por error, otros que se trató de balas de fogueo a muy corta distancia, otros afirman que fue apenas el cartucho vacío de la bala.

Pero algo se disparó por equivocación (bueno, eso dicen), llegó a la espina dorsal de Brandon Lee y lo mató en pocas horas. El actor fue enterrado junto a su padre. Los fans todavía hablan de una conspiración.

A El cuervo le faltaban todavía las escenas del protagonista volviendo de la muerte. Se filmaron con un doble y muchos trucos informáticos, en un clima de terror.
Marcela Basch.

martes, marzo 17, 2009

El bebé de Rosemary, donde se gestó la maldición

Baby Pooping
Muchos hablan de este film como el arquetipo de las películas malditas, ya que cruza muerte y satanismo.

El cuento es simple: Roman Polanski, talentoso director que ya había incursionado en temáticas oscuras y sobrenaturales, filmó en 1968 la historia de una chica embarazada que lleva en su vientre al hijo del diablo.

Se dice que Polanski habría sido asesorado por Anton LaVey, el fundador de la Iglesia de Satán, y que esto enfureció a las sectas.

Lo cierto es que en 1969, Charles Manson y algunos seguidores irrumpieron en la casa del cineasta y asesinaron a cuchillazos a su esposa, la actriz Sharon Tate, y a cuatro de sus amigos.

Tate, que había hecho un cameo en la película, estaba embarazada de siete meses; se dice que los asesinos apuñalaron al bebé dentro de su vientre.

Charles Manson y sus satánicos amigos llamaron al episodio "Helter Skelter", en honor a una canción de los Beatles.

Precisamente uno de los Beatles, John Lennon, fue asesinado en 1980 en Nueva York, en la puerta del lugar donde vivía.

El edificio era, oh casualidad, el Dakota Building, donde se había filmado 12 años antes El bebé de Rosemary.
Fuente: ZonaCinemania.

domingo, marzo 15, 2009

Así no hay kriptonita que aguante: La maldición de Superman

Superhero
Películas malditas, vaya y pase, pero, ¿personajes malditos? ¿No será mucho?

Aparentemente, a la Warner no le resultó fácil encontrar un protagonista para su Superman Regresa; Paul Walker y Josh Hartnett, entre otros, habrían rechazado el papel.

Y no precisamente por miedo a Lex Luthor.

Se sabe que el último Superman, el actor Christopher Reeve, quedó tetrapléjico tras haberse caído de un caballo en 1995, y murió de un infarto en 2004, a los 51 años.

Mucho antes, George Reeves (¡no hay parentesco!), quien fue Superman en los años 50, apareció en su casa de Beverly Hills con un tiro en la cabeza; en su momento se dijo que fue un suicidio, pero luego se habló de asesinato.

Incluso se han reportado apariciones de su fantasma, que dice que no descansa en paz.

El actor Kirk Alyn, quien encarnó a Superman en una serie de los años 40, al no poder remontar el fin de la serie, debió retirarse de la profesión.

Además, Margot Kidder, la actriz que fue Luisa Lane en los 80, sufrió severas crisis nerviosas, y tuvo problemas con alcohol y drogas.

Richard Pryor, de Superman III, padece esclerosis múltiple desde poco después del rodaje. ¿Y los superpoderes?

En Hollywood hay historias que ponen nervioso a cualquiera. Que la magia negra, que el demonio, que los productores, que el cáncer... Es creer o reventar.

Como siempre en el cine, en realidad. Aunque pensándolo bien, cuando vemos una película, la peor maldición que nos puede caer encima es que sea mala, o "los dioses no lo permitan" que nos aburra.
Por Marcela Basch

sábado, marzo 14, 2009

Poltergeist, ojo con la tele

¿Se acuerdan de la trilogía de Poltergeist, la de la nenita hipnotizada por la estática en la televisión?

Pocos años después del rodaje, cuatro de sus actores habían muerto, incluidas dos de las protagonistas. ¿Quién habló de maldición?

Ya en 1982, el año del estreno, Dominique Dunne, quien hacía de hija adolescente, fue brutalmente estrangulada por su ex novio.

Además, algunos de los técnicos de la película habrían fallecido por causas extrañas.

Los productores no se amilanaron y arremetieron con +Poltergeist II+.

Se dice que el actor Will Sampson, que interpretaba a un chamán indio, lo era realmente, y que exorcizó el set.

No sirvió de mucho: antes de terminar el film, el actor Julian Beck murió, y poco después fue el mismo Sampson quien pasó al otro lado.

Los productores no eran supersticiosos, así que insistieron en filmar Poltergeist III.

Sin esperar al estreno, Heather O´Rourke, la angelical niñita Carol Ann, murió por una extraña obstrucción intestinal. Tenía 12 años.

Fue enterrada en el mismo cementerio que su hermana en la ficción.
Por Marcela Basch.

viernes, marzo 13, 2009

El Exorcista, o la profecía autocumplida

Bloodshot

Este clásico de 1974 cuenta con la madre de las leyendas negras.


Tanto su rodaje como su estreno involucraron hechos escalofriantes; Ellen Burstyn -quien hacía de Chris MacNeil, la madre de la nena poseída- contó que la pasaron bastante mal durante la filmación.

Según se dice, un set se incendió retrasando seis semanas el trabajo, los decorados aparecían destruidos sin explicación y los rollos de película filmada se velaban misteriosamente.

El director, William Friedkin, no hacía mucho por cultivar la buena onda.

Para que los actores gritaran con auténtico terror, disparaba armas de fuego a sus espaldas; también los abofeteaba y hasta llegó a ponerles arneses ajustables a Burstyn y Linda Blair (Regan, la niña poseída).

También hizo que se pegaran de verdad; Burstyn aún tiene una lesión en la espalda.

Por otro lado, los técnicos sufrían accidentes incomprensibles.

Llegaron a contarse nueve muertes de personas cercanas a la producción, incluidos los actores Jack MacGowran, quien falleció unos días después de haber actuado su propia muerte, y Vasiliki Maliaros.

Se decía que el mismo demonio saboteaba el rodaje. Como su equipo se estaba poniendo un "poquito demasiado" nervioso, Friedkin pidió al reverendo Thomas Bermingham, asesor del film, que exorcizara el set. El cura se negó pero, ante la desesperación de todos, accedió a dar una bendición.

Tras el estreno, un espectador se desmayó, se rompió la mandíbula y demandó a la Warner.

En el cine, la gente sufría ataques de nervios; y hasta se llegó a decir que una mujer tuvo un aborto espontáneo.

La pobre Linda Blair, de solo 14 años en ese entonces, fue amenazada de muerte y tuvo que andar con custodia durante seis meses.

Tras la repercusión del film, se montó una versión teatral; la misma noche del estreno, la protagonista murió en extrañas circunstancias.

El evangelista Billy Graham proclamó que los rollos de la película albergaban un demonio.

Haciendo oídos sordos, William Friedkin mudó su productora al número 666 de la Quinta Avenida.

Fuente: ZonaCinemania.