¿Mitos o Realidades?

Cosas "raras" que andan dando vuelta por el Mundo. Algunos creen, otros no ... Vos, ¿en que lado estás? mitosyrealidades@gmail.com

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miércoles, agosto 30, 2006

La Leyenda Del Palo Santo

Carve A Tree
Los Tobas veneran este árbol al que consideran sagrado. Cuentan sobre él una hermosa leyenda:

"Hace mucho tiempo vivía un joven muy virtuoso y apuesto llamado Cosakait, que se había enamorado perdidamente de una muchacha muy bella, pero ella no le correspondía.

Ah!- el indio se lamentaba- los dioses no quieren mi felicidad.

Entonces el joven se enfermó de pena, pero la muchacha no quiso verlo. Desesperado, Cosakait llamó a la madre de su amada y le dijo:

-Yo he de morir pero seguiré amando a su hija. Adornaré con flores su cabello, perfumaré el agua que sus labios beban y espantaré a los insectos de su lado para que no la molesten. Estaré siempre donde ella se encuentre y le daré todo lo que me pida.

Cosakait murió, y Dios, compadecido por su dolor, lo eternizó en la forma de un árbol que creció allí mismo y se extendió por toda la selva.

De esta forma Cosakait brindó a su amada flores y todas las cosas buenas que le había prometido.

Por ser tan elevado sus valor y sus nobleza, los Tobas consideran al palo santo como un palo sagrado y lo llaman "Cosakait."
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sábado, agosto 26, 2006

Las Deidades Mexicas

Mayan Ruins
Los cultos al agua, al pulque, al maíz y al sol. Tláloc, "el rugido o la voz de la tierra", y Chalchiuhtlicue, "la de la falda de jades", constituían la pareja de dioses patronos de el agua.

El primero se encargaba, con los Tlaloques, sus ayudantes, de extraer el agua depositada en las montañas y dejarla caer desde el plano celeste a manera de ollas sagradas que vierten su contenido. Chalchiuhtlicue regía el agua contenida en los lagos, los ríos y el mar.

Uno de los dos edificios de la pirámide principal de México-Tenochtilan estaba dedicado al culto de Tláloc; también existía un curioso edificio ritual en el recinto sagrado alrededor de un manantial, el cual estaba relacionado con Chalchiuhtlicue.

En lo alto del cerro Tláloc, ubicado en la sierra nevada, al oriente del valle de México, se encuentran todavía los restos arqueológicos del más impresionante edificio sagrado, dedicado a Tláloc.

Del centro de la planta del maguey, raspándolo con cuidado, se extrae un líquido azucarado que, al fermentarse, se transforma en el pulque, una bebida de olor muy fuerte y alto contenido alcohólico.

Por su importancia calórica a los adultos se les permitía tomar sólamente una medida de este licor y se prohibía la borrachera, ya que el exceso del pulque propiciaba caer bajo el influjo de los Cenzon Totochtin o Cuatrocientos Conejos, lo cual significaba perder el control del carácter y caer en la agresión y la violencia. El dios Ome Tochtli era el patrocinador del pulque.

La planta de el maíz fue un don de los dioses; el propio Quetzalcóatl, después de la creación del Quinto Sol, se encargó de buscarla para entregarla a los hombres; por esta razón tenía un carácter divino.

En su aspecto masculino, era Centéotl y, como alimento de la humanidad, tenía un carácter femenino; era entonces Xilonen, el maíz que está en pleno crecimiento y floración y que se transforma en Chicomecóatl, "Siete Serpiente", cuando está maduro, cuando se recoge en forma de mazorcas y se puede guardar para los tiempos de hambruna.

Los pueblos prehispánicos consideraban la luminosidad y el calor de el sol como equivalencia de la vida; de ahí que en sus mitos de la creación del universo, la presencia y destrucción de este astro revelara la inestabilidad de la vida y la necesaria participación de los hombres en el mantenimiento del sol como deidad suprema.

El sol equivale al guerrero victorioso que derrota o hace huir a sus contrarios, la luna y las estrellas, despeja las sombras y la oscuridad y brinda la luz y el calor que iluminan el universo. Sus rayos penetran en la tierra fecundándola, lo que permite el crecimiento de las plantas y, así, el desarrollo de la vida en general.

En los mitos del mundo mexica, Quetzalcóatl, "la serpiente emplumada", desempeña un papel fundamental en la creación del universo y del hombre. Según algunos relatos, fue uno de los hijos de la pareja creadora, quien junto con Tezcatlipoca, creó la tierra del cuerpo desgajado de la diosa Cipactli-Tlaltecuhtli.

También penetró en el inframundo, dominio de Mictlantecuhtli, el señor de los muertos, y obtuvo con gran dificultad, después de adquirir la apariencia de perro (Xólotl), los huesos de la humanidad antigua, con los que realizó un ritual de autosacrificio y los mezcló con su sangre, para conformar a la que poblaría el universo, iluminado con el Quinto Sol.

El planeta Venus, con su importante presencia en el plano celeste, fue considerado por los antiguos mexicanos como una de las advocaciones de Quetzalcóatl.

A dicho astro le llamaron Tlahizcalpantecuhtli, que podemos traducir como "El Señor del Lucero de la Mañana", y su importancia radica en que de él derivó uno de los ciclos calendáricos que permitió a los astrónomos nativos correlacionar, los ya conocidos calendarios solar y lunar.

Tlahizcalpantecuhtli tiene que ver, entonces, con las festividades donde se celebra la conclusión de los grandes ciclos de tiempo.

En el complejo ritual del dios Quetzalcóatl destaca la figura de Xólotl, su gemelo, peculiar deidad de aspecto perruno, que se identificaba porque el sagrado can luce numerosas arrugas y lleva un par de protuberancias de forma cuadrangular sobre la cabeza, que lo asocian al fuego celeste.

Xólotl es el dios de las monstruosidades y patrono de los gemelos y de los animales que sufren transformaciones a lo largo de su crecimiento, como los renacuajos que cambian a ranas.

El viento en el México antiguo es uno de los elementos originales que participan en la conformación de la creación del universo; en la época de los mexicas era dominio de Ehécatl, advocación de Quetzalcóatl que se identificaba por la máscara que cubría la parte inferior de su rostro con la forma del pico de un ave, la que podía tener filosos colmillos.

El pueblo creía que el dios producía el viento soplando con esta máscara. El culto a esta deidad se realizaba en los edificios sagrados con la forma de una pirámide circular que sustentaba un templo, cuya habitación era de forma cilíndrica con techo cónico, que evocaba el curioso movimiento del viento, que en los campos y en el mar conforma remolinos.

Tezcatlipoca, "el espejo de obsidiana", era una deidad ancestral a la que los mexicas consideraban uno de los creadores del universo. El negro es el color que lo identifica; por esta razón era considerada la deidad de la oscuridad y de todo lo que ocurría en su ámbito, como el robo, el adulterio, etc.

El ambiente natural que rodea al hombre de manera específica en el espacio mesoamericano, presentaba dos etapas en el desarrollo de su existencia; la esterilidad, que corresponde al tiempo de secas, y la floración, resultado de la fertilidad de la tierra, que corresponde a la época de lluvias.

Los encargados de cubrir el campo del verdor de las plantas y los colores de las flores, eran Xochipilli, "El Príncipe de las Flores", y Xochiquetzal, "La Flor Preciosa cubierta de Plumas de Quetzal".

miércoles, agosto 23, 2006

El Cóndor

Hawk
El cóndor no siempre usó la golilla que lleva tan elegantemente en el cuello. Se acostumbró a su uso después de haber sido derrotado, luego de una vergonzosa lucha contra un diminuto rival.

Cuenta la leyenda que don Cóndor había bajado al valle en ocasión de unas "chinganas" que se celebraban con motivo de la Semana Santa.

En uno de los tantos bodegones instalados cerca de una plaza, conoció a un compadrito charlatán y pendenciero, muy conocido en el pago por su apodo de "Chusclín". Se trataba nada menos que de un vulgar chingolo.

Luego de una entretenida charla, en la que don Cóndor y el Chusclín alardeaban de pendencieras hazañas y famosas "chupaderas" (en Cuyo "chupar" significa beber vino), como fin de la conversación, formularon entre sí una singular apuesta.

Se desafiaron a beber vino: el que "chupara" más sin "curarse" (embriagarse), ganaría la apuesta y el perdedor pagaría el vino consumido y la "vuelta " para todos.

Tanto don Cóndor como Chusclín empinaron sus respectivas damajuanas y así se inició la puja. Don Cóndor de buena fe trataba de agotar el líquido "de una sentada", sin reparar que Chusclín arrojaba al suelo cada sorbo que bebía sin que su rival lo notara.

Como don Cóndor no estaba tan acostumbrado al vino como Chusclín, pronto empezó a sentir dolor de cabeza y para atenuarlo se ató un pañuelo, a modo de vincha.

Al advertir el juego de su contrincante, lo apostrofó y se le fue encima. Chusclín, veterano peleador, lo esperó sereno y confiado.

Poco duró la pelea porque el chingolo con un certero golpe hizo sangrar la nariz de su antagonista, quien sólo atinaba a defenderse.

En el entrevero, el pañuelo que don Cóndor tenía atado a la cabeza se le cayó y desde entonces lo lleva allí.

lunes, agosto 21, 2006

Hechos Inexplicables

La NaciOnline - 21/08/2006.
Devil
El caso más dramático de "posesión diabólica" de los relatados por los cinco exorcistas de esta Capital y la provincia de Buenos Aires consultados por LA NACION para la realización de esta nota ocurrió hace unos cinco años y tuvo características cinematográficas.

El sacerdote que hizo los exorcismos y "liberó" a esa persona pidió mantener en reserva su nombre y cualquier otro dato que pudiera servir para identificar el caso.

"La persona que lo protagonizó es todavía menor de edad y no recuerda nada de lo sucedido. No querría que tuviera ningún otro problema", dijo el cura.

Y contó que esta persona fue internada con un cuadro de anemia y que en el hospital se dieron "sucesos extrasensoriales muy llamativos" hasta que los médicos sugirieron a los padres que consultaran con un sacerdote.

"En el cuarto de la clínica la vi levitar, blasfemar y demostrar una fuerza descomunal. En cuanto yo entraba adivinaba en qué bolsillo de la camisa o del pantalón llevaba la Eucaristía y fijaba allí la mirada", contó el sacerdote y agregó que los médicos derivaron el caso a la Iglesia después de varios hechos inexplicables.

Por ejemplo, dijo, un electroencefalograma que no registró las convulsiones que estaba teniendo el paciente en el momento de hacérselo.

"Según dijo el técnico era como si se lo estuviesen haciendo a otra persona. Después de esto y de otros fenómenos horribles, el psiquiatra propuso a la familia darle de alta si llevaban al paciente a ver a un cura", contó el sacerdote que hizo exorcismos a esta persona durante varios meses hasta que los síntomas desaparecieron.

viernes, agosto 18, 2006

El Ñandú

Ostrich
Hace muchos, muchísimos años, habitaba en tierras mendocinas una tribu de indígenas muy buenos, hospitalarios y trabajadores.

Vivían en paz hasta que un buen día se enteraron de que del otro lado de la cordillera y desde el norte de la región se les acercaban aborígenes guerreros muy bravíos.

Pronto los invasores los rodearon y entonces los nativos decidieron pedir ayuda a un pueblo amigo que vivía en el este.

Sin embargo, para llevar la noticia era necesario pasar a través del cerco de los enemigos y nadie se animaba a hacerlo.

Finalmente un muchacho de veinte años, fuerte y ágil, que se había casado con una joven de su tribu hacía apenas un mes, se presentó ante su jefe, resuelto a todo.

Se ofreció a intentar la aventura y después de recibir una cariñosa despedida de los suyos, partió muy de madrugada en compañía de su esposa.

Marchando con el incansable trotecito indígena, marido y mujer no encontraron sino hasta el segundo día, las avanzadas enemigas.

Sin separarse ni por un momento y confiados en sus ágiles piernas, corrieron, saltaron, evitaron los lazos y boleadoras que los invasores les lanzaban.

Perseguidos cada vez más de cerca por los feroces guerreros, continuaron la carrera, hacia el naciente. Y cuando parecía que ya iban a ser atrapados, comenzaron a sentirse más livianos; de pronto se transformaban.

Las piernas se hacían más delgadas, los brazos se convertían en alas, el cuerpo se les cubría de plumas.

Los rasgos humanos de los dos jóvenes desaparecieron para dar lugar a las esbeltas formas de dos aves de gran tamaño: quedaron convertidos en lo que, con el tiempo, se llamó ñandú.

A toda velocidad, dejando muy atrás a sus perseguidores, llegaron a la tribu de sus aliados. Éstos, alertados, tomaron sus armas y se pusieron en marcha rápidamente.

Así sorprendieron a los invasores y los obligaron a regresar a sus tierras.

De este modo cuenta la leyenda que fue como apareció el ñandú sobre la tierra.

martes, agosto 15, 2006

El Cuerno Del Unicornio

Unicorn
El Cuerno es aún más antiguo que su base. Ha sobrevivido al fuego y a las inundaciones, y soportado el tacto de reyes y de santos. Es un talismán de poder soberano que incluso puede atraer al Unicornio viviente.

Pero ésta es su advertencia: su fuerza y virtud sólo se pueden activar por obra de su verdadero propietario. Su luz disminuirá hasta extinguirse si está en manos de otro.

En el Cuerno reside la historia total del Unicornio. Su forma es una espiral: las dos mitades, o flautas, se enlazan entre sí. En su juventud –o como mida el tiempo el Unicornio- el aspecto del Cuerno es suave y simple. Las flautas, apretadas como hilos de una cuerda, manifiestan cierta energía vibrante y compacta.

A medida que el Unicornio vive, el Cuerno experimenta una transformación notable; la espiral se alarga retorciéndose sutilmente. Esto ilustra bien la índole viviente del Cuerno.

En la plenitud de sus años, los giros del cuerno de esta criatura són aún mas relajados. Ya de edad muy avanzada, el Cuerno adquiere surcos y grietas que son el grabado signo de las lecciones que ha experimentado.

El Unicornio parece considerar su Cuerno como el recipiente o el cauce de sus pensamientos, o quizás como el órgano de un sentido innato.

La duración del Unicornio sobre la Tierra es mucho mayor que la del Hombre. Pero está sujeto, como todo lo creado, al Tiempo, a la edad, a la final disolución.

Lo hermoso del Hombre está sujeto a decadencia: cada año deja su huella, hasta que el cuerpo mortal termina en polvo. No así el Unicornio: los años incontables no afectan a su belleza: su crepúsculo es tan bello como su alborada.

Pero cuando muere, al fín, perece todo y de una vez; ya no se lo ve en dimensión alguna hasta el fín del tiempo. Su partida deja, sin embargo, un monumental recuerdo: su fuerza y virtud mortíferas.

Asi pues, de todos los aspectos del Unicornio el que más impresión causa en la mente del Hombre es el Cuerno, espiralado, solitario, grande y poderoso. Y asi debe ser, pues el asta es su talismán y su marca distintiva. En ella se concentra su fortaleza, sabiduría y sutil entendimiento.

El Cuerno es exterior y visible, pero tambien es la forma mística e inaccesible de esta criatura. El Cuerno no está inclinado ni hacia atrás ni hacia adelante; recto, se alza directamente de la frente de la criatura, poco más arriba de los ojos.

De tonalidad brillante y más blanca que la nieve, más suave que el marfil, vibra de vida, sin embargo, aún mas que la carne mortal; abriga sentidos de muy largo aliento. Ocupa al mismo tiempo esta y otras dimensiones, y por ello es capaz de penetrar cualquier sustancia.

En horas de peligro o de prolongada concentración, el Cuerno puede exhalar cierto brillo o un suave resplandor.

Aunque son muchos los años del Unicornio, tienen no obstante un límite, pues cuanto existe en el Tiempo debe el Tiempo deshacerlo. Pero cuando finalmente le llega la muerte, su forma externa no se corrompe.

Tal cual la madera entrega su fuerza a las llamas y solo deja atrás las cenizas, así también el espíritu de la criatura libera cuanto elemento alguna vez fue su vestido; el viento los esparce.

Pero el Cuerno espiralado permanece; soberano, adamantino, se transmuta a través de las edades en diversas y ajenas formaciones.
(Juro que no tomé alcohol cuando decidí publicar esto ...)

sábado, agosto 12, 2006

Puente Del Inca

Machu Picchu
Cuenta la leyenda que hace muchos, muchísimos años, el heredero del trono del imperio inca, se debatía entre la vida y la muerte, siendo víctima de una extraña y misteriosa enfermedad.

Las plegarias, rezos y recursos de los hechiceros nada lograban y se desesperaban por no poder devolverle la salud.

El pueblo amaba intensa y entrañablemente a su príncipe, invocaba a sus dioses y realizaba sacrificios en su honor.

Fueron convocados los más grandes sabios del reino, quienes afirmaron que sólo podría sanarlo el maravilloso poder del agua de una vertiente, ubicada en una lejana comarca.

Los habitantes partieron en numerosa caravana, vencieron infinidad de dificultades, marcharon durante meses en que veían agotadas sus fuerzas, y un día se detuvieron ante una profunda quebrada, en cuyo fondo corrían las aguas de un río tempestuoso.

En el lado opuesto, estaba el codiciado manantial, pero ... ¿cómo hacer para llegar a ese inaccesible lugar?

Meditaron durante mucho tiempo, tratando de buscar una forma de arribar hasta las milagrosas aguas, pero todo era en vano.

Cuando ya la desesperación los dominaba, aconteció un hecho extraordinario: de pronto se oscureció el cielo, tembló el piso granítico y vieron caer, desde las altas cimas, enormes moles de piedra que producían un estrépito aterrador.

Pasado el estruendo, y más calmados los ánimos, los indígenas divisaron asombrados, un puente que les permitía llegar sin dificultades hasta la fuente maravillosa.

Transportaron hacia ella al príncipe, quien bebió de sus aguas y muy pronto recuperó la salud.

La omnipotencia del dios Inti, el sol, y de Mama–Quilla, la luna, habían realizado el milagro.

Así surgió, según la leyenda, ese arco monumental de piedra, que recibió el nombre de Puente del Inca, que se levanta custodiado por el Aconcagua, rodeado por la imponente belleza de los Andes.

miércoles, agosto 09, 2006

Gilgamesh El Inmortal

Matrix
Prólogo del Poema de Gilgamesh:
Proclamaré al mundo las hazañas de Gilgamesh ... el hombre al que todas las cosas le eran conocidas ... era sabio ... conocía cosas secretas, nos trajo una historia de antes de la inundación.

Partió en un largo viaje, estaba abatido, cansado de trabajar; al regresar descansó y grabó en una piedra todo el relato.

Gilgamesh era el señor de Uruk, en Mesopotamia. Al ser en parte humano y en parte divino eran tan arrogante que los dioses decidieron crear al guerrero Enkidu, que habría de igualarle en fuerza.

Enkidu y Gilgamesh lucharon vehementemente entre sí durante el primer encuentro, pero luego se hicieron íntimos amigos y marcharon juntos a matar a Humbaba, "el gran mal".

Cuando regresaba, la diosa Ishtar vio la belleza de Gilgamesh y le pidió que se casara con ella, pero él se negó. Entonces, furiosa, le pidió a su padre Anu que crease el Toro del cielo para que destruyese la tierra. Pero Enkidú y Gilgamesh le dieron muerte.

En ese momento, los dioses deciden que uno de los héroes debe pagar y Enkidú cae enfermo y muere. Llorando, Gilgamesh emprende viaje para encontran a Utnapishtim, el antecesor de la humanidad y así preguntarle por qué todos han de morir.

Viaja a los confienes de la tierra y el camino de regreso encuentra una planta capaz de devolverle la juventud a los ancianos.

Un día, al detenerse a beber en un charco, una serpiente se come la planta, razón por la que las serpientes mudan de piel y se hacen jóvenes de nuevo, mientras que los hombres envejecen y mueren.

jueves, agosto 03, 2006

El Mito De Coquena

COQUENA
Lama
Vicuñas anduve en los cerros
Heridas de bala se escaparon dos.
- No cazes vicuñas con armas de fuego ;
Coquena se enoja, - me dijo un pastor.

- ¿Por qué no pillarlas a la usanza vieja,
cercando la hoyada con hilo punzó ?
- ¿Para qué matarlas, si sólo codicias
para tus vestidos el fino vellón ?

- No cazes vicuñas con armas de fuego,
Coquena se venga, - te lo digo yo
¿No viste en las mansas pupilas obscuras
brillar la serena mirada del dios ?

- ¿Tú viste a Coquena ? - Yo nunca lo vide,
pero si mi agüelo, - repuso el pastor ;
una vez oíle silbar solamente
y en unos tolares, como a la oración.

Coquena es enano ; de vicuña lleva
sombrero, escarpines, casaca y calzón,
gasta diminutas ojotas de duende,
y diz que es de cholo la cara del dios.

De todo ganado que pace en los cerros
Coquena es oculto, celoso pastor ;
Si ves a lo lejos moverse las tropas,
es porque invisible las arrea el dios.

Y es él quien se roba de noche las llamas
cuando con exceso las carga el patrón.
Juan Carlos Dávalos.

En las inmensas soledades de la puna, los ganados están protegidos. Un enanito misterioso, un duendecillo, que todo lo ve, es quien defiende sus vidas de las crueldades humanas.

Nadie a visto a Coquena. Es fama que tiene cara de cholo y viste casaca y pantalón de vicuña. Lleva también diminutas ojotas y ancho sombrero de suave pelo.

Desde las alturas contempla sus bestias sin ser visto. Sólo se ha escuchado su silbido, que es mágico llamado. Pero es tal la seguridad de su presencia que todos le temen.

Por eso no matan vicuñas ni llamas para utilizar su pelo. Prefieren cortar suavemente el vellón. Tampoco maltratan a las arrias cuando cargadas de sal, bajan de los cerros.

Se cuentan historias, en que justiciero, Coquena ha quitado las llamas a quien no sabía valorar ese don; y como ha premiado a los buenos pastores que, en tormentas de nieve, cuando el viento blanco amenazaba cubrirlo todo, salvan con peligro de su vida su hato de cabras en plena borrasca.

Y está su persona tan ligada a los hechos que ocurren por estas regiones, que, en Salta, cuando aparece un forastero, para adquirir provisiones y, tocándose con el codo, murmuran: "Es Coquena".